Crónica de una muerte anunciada :Pinochet ha muerto, viva el futuro...






Han notado como se parece este perrito a Pinochet?
Se parece harto... Diría un neófito...
Pero La verdad es que a Pinochet lo conoce todo el mundo, es la noticia del día, está en la WEB desde hace rato.
Paulsen y Cía (Mi doble), lo tienen en su mesa redonda hace rato.
Pero...
Esto.... (¿Posteo?)...
Parece ser la continuación del posteo anterior, solo que la conversación y las noticias están en torno a la muerte de Pinochet, en La Democrácia del Taco, en la TV, en las radios, en las casas de cada uno de los chilenos; a pesar de que esta es la Crónica de una muerte anunciada , nadie a quedado indiferente.
Estoy tomando sin pudor las palabras del escritor (García Marquez), para tratar de expresar desde mi posición de "uno mas", lo que ha sucedido en estas horas.

No puedo decír que la historia pasa ante mi como un Flash, o un extra noticioso...
Pinochet irrumpe en mi historia en el año 73, mientras estudiaba Artes en la ex- U de Chile de Chillán, a mis 18 años comprendía la realidad de la ex- UP de una manera contingente.
Hijo de un funcionario Público, gozaba de algunos privilegios propios de la clase media de la época que sin embargo resentían mi estilo de vida en menor grado que a las familias de una condición menor en terminos de ingreso, estaba mas cercano a la clase obrera que a los que eran dueños de la tierra y los empresarios. Sin embargo, en términos políticos, mi pensamiento era opuesto al ideario de izquierda, representado en cierta forma por mi padre (Radical) y la clase gobernante (UP, Allende y Cía). Formé parte del tercio de ciudadanos de este pais que pensaba que el Comunismo no sería la solución politica para Chile, eso me convertía en opositor y por lo tanto, discriminado de los otros 2 tercios historicos de la política chilena.
En esos años, la falta de abastecimientos básicos hacía que se agudizara el ingenio para la busqueda de alimentos, cigarrillos y otros insumos.
Recuerdo que a la llegada a mi pueblo, los fines de semana, recogía en el paradero de micros, las colillas de cigarrillos suficientes para hacer cigarrillos con los papelillos idénticos que los que usabamos para hacer los pitos...
Y era una acción común entre los jovenes de uno y otro lado...
Tal como hoy, jovenes que jamáz vivieron las colas, el desabastecimiento, la discriminación que se vivía ANTES de Pinochet, protestan encapuchados contra los carabineros y saquean tiendas en pro de causas que han desaparecido en todo el mundo...
PINOCHET HA MUERTO.
Esa es la realidad, ahora está convertido en un cuerpo inerte, frio y en proceso de descomposición.
En unas pocas horas estará bajo tierra, o convertido en una volatil ceniza que desaparecerá con el tiempo inexorablemente.
Lo que no se olvidará en la historia son los hechos, esos que fueron provocados por la intolerancia de unos y otros, esos que han significado la alegría de unos y la desgracia de otros.
Como olvidar las imagenes del bombardeo a la Moneda, las filas de Allendistas caminando hacia el Estadio Nacional, las sangrientas escaramuzas en las calles de Chile, donde muchos inocentes cayeron bajo las balas de "inocentes" conscriptos mandados a reprimír a los "Terroristas" que pensaban que la causa del proletariado era lo correcto...
Yo no olvidaré jamáz la noche que preso en Tejas Verdes fuí encañonado por un joven teniente,... "Mira Cabro, si te mato esta noche... Nadie sabrá que aquí has muerto...""Estamos en guerra, y la historia justificará mis actos "...
Fué terrorífico...
Durante años desperté a media noche, sintiendo el frío cañon del fusil en m i boca, aterrorizado de pensar que mi vida dependió de aquel oficial por unos instantes, mientras se entrecruzan los recuerdos de esa noche, con disparos y gritos provenientes de la cancha de futbol de Tejas Verdes...Donde muchos presos "políticos" pagaban con su sacrificio las causa de algunos que huían al exilio y hoy gobiernan comodamente desde "Chiledeportes y Cía".
Es cierto... Yo estaba alegre porque había caido el Regimen de Allende...
Por eso, por mi alegría , callé durante 33 años lo que sucedio después del once.
Sin embargo durante años dudé de mi convicción política.
Y en el 82", en Iquique, conocí a Pinochet.
Trabajaba en una Importadora de la Zofri,Galpón 4= Pierre Cardin, era el Junior...
La Nury era la secretaria, y el jefe era el "Fito" Steimberg...
Lo que mas me impresionó, fué los ojos azules, intensos ojos azules de Pinochet.

Le vendí unas pocas poleras y un par de camisas...
Después se fué y nunca mas lo ví.

No recuerdo si el apretón de manos fué de un Dictador, o de un presidente o de un militar...

Solo recuerdo sus intensos ojos azules y la cercania a lo que creía ser un Presidente de Chile.
¿Suerte?... ¿Ironía?...

No se, pero creo que en esta etapa de la historia, cuando su cadaver está siendo arreglado, decorado para las fotos, preparado para ser velado ante sus miles de partidarios y la prensa mundial, yo solo recuerdo esos momentos que para mi juventud fueron importantes.
No me imaginaba que con el correr de los años, estas vivencias podrían tener algún valor.

Nunca pensé que en la noche de su muerte estaría reflexionando acerca de la importancia de haber visto su intensa mirada de ojos azules y el significado de un apretón de manos.
Nunca pensé que el escribír después de su muerte ese encuentro entre un junior y un Dictador podría servír para perpetuar una parte de mi historia y la del que podría ser un ícono para una parte del pueblo chileno...

Ahora, mientras disfruto un trago (Después de mucho tiempo), me fumo un cigarrillo (Después de mucho tiempo), rendiré un homenaje ...A mi padre Radical y a mi hijo que no es de izquierda...
Porque en ellos simbolizo la esencia de nuestro pueblo chileno, en que la diversidad es la que prima, en que las convicciones políticas no son auténticas, porque las ideologías han venido desde afuera y no tenemos una identidad propia, a excepción de nuestros pueblos indigenas, nuestras convicciones políticas son y han sido foráneas.

PINOCHET A MUERTO.

VIVA EL FUTURO....


Comentarios

Anónimo dijo…
Hola, Luis, tus gentiles comentarios a los recados que me enviaba mi hija desde Mendoza, me motivan a comentar tu "crónica". Y eso lo hago con mucho esfuerzo porque recordar es revivir y no es algo que quisiera revivir. Yo era mayor que tú el '73 y estaba en el bando opuesto: era un 'upeliento'. Aunque no lo creas, era un socialista utópico, idealista. No metí las patas, ni las manos. Era profesor en la U de Valparaíso. Me hago cargo de los muchos errores cometidos -¿por qué será que tengo la sensación de que no aprendimos la lección del '73?. Una sola cosa creo que es válida: no hay dictadura buena. La democracia es mala, pero la única forma de gobernar y compartir el respeto a los derechos de los demás.Me duele que los alcaldes -debería decir alcalduchos- se sientan reyes de un pequeño reino y repliquen el autoritarismo que dijeron combatir. Es vez de abrir las alamedas, las cierran con sus pequeñeces y, en algunos casos, raterías...
En fin podría seguir, pero quiero cerrar este comentario. Mi madre era prima del señor de los ojos azules. Cuando Allende lo nombró comandante en jefe estuve a punto de ir a visitarlo. Como siempre que tenía la certeza de algún pariente de mi madre. Gracias a Dios, no lo hice, porque tal vez habría terminado como uno más de los desaparecidos de este país. Nunca lo conocí. Pero un solo gesto lo retrata para mí: a la muerte de mi madre, no recibimos ni una corona de caridad, nada. A mi madre ya no le afectaba, pero nosotros corroboramos lo que siempre supimos: que él no tenía más parientes que los de su entorno cercano. Por tanto, no me impresiona ni su muerte -no me alegra ninguna- ni lo que ocurra con sus hijos, su mujer y sus nietos. No tengo odio ni rencor. Habría que cerrar de una vez este capítulo doloroso, pero quienes han perdido a un ser querido y no han podido darle la sepultura que corresponde, les será muy difícil dar vuelta la página. Sin embargo, estoy de acuerdo contigo: ¡Viva el futuro!

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